Un fanfic sobre Robert Pattinson y Bobby Long

viernes, 22 de enero de 2010

Cinco <-> Me gustan las pelirrojas




Banda Sonora : Emiliana Torrini - Jungle drum



Dos semanas. Habían pasado dos semanas desde que Bobby y yo empezamos a salir. Todo empezó la noche en su piso, el día B, y desde esa éramos casi inseparables. Tan solo las horas que yo tenía que trabajar las pasábamos separados. Incluso dormíamos juntos todas las noches, pues para mí era mucho más cómodo salir del pub e ir a su casa. Por la mañana iba hasta mi casa, me duchaba, cogía ropa limpia y volvía al pub. Y Jamie estaba con el culo torcido, además de que la envidia lo estaba consumiendo. Siempre que Bobby me venía a buscar, lo invitaba a una cerveza, y llegué a pensar que lo haría un alcohólico.



Por supuesto no tengo que decir que los condones duraron menos días que un helado al sol.


El sexo era simplemente alucinante. En solo dos semanas ya lo habíamos practicado de todas las maneras posibles; arriba, abajo, de lado, detrás, de pie, en la cocina mientras se hacía la cena, en el rellano de su edificio, en la ducha.


En la ducha… Ahí fue la primera vez que practicamos sexo oral. Yo había tenido un día horrible en el trabajo; demasiada gente, demasiadas cervezas y demasiado calor. Bobby me vino a buscar y al llegar se metió en el baño sin decir nada, y me preparó un baño de espuma, con unas copas de champán y música relajante de fondo. Nos desnudamos y nos metimos dentro, uno enfrente del otro. Estaba masajeando mis piernas, cuando su mano comenzó a subir más arriba.


-“Ponte de pie.“ - me dijo.


-“¿Te refieres a… de pie en medio de la bañera, o de pie fuera de la bañera?“ - le dije sensualmente, haciéndome la tonta pero sabiendo perfectamente a que se refería. El corazón comenzó a latirme más fuerte ante lo inminente.


-“De pie en medio de la bañera, con las piernas abiertas y muy, muy, muy pegada a mi cara. ¿Mejor?“


Asentí mientras me mordía el labio y me levanté muy lentamente, sin dejar de mirar todas las expresiones que se dibujaban en su cara. Coloqué un pie sobre el bordillo de la bañera, y Bobby se acercó más a mí, poniendo sus manos en mi trasero, para impedir que me cayera. Comenzó a plantar besos por la parte de arriba de mis muslos, mis ingles, mi ombligo, y finalmente, sentí su aliento en esa parte de mi cuerpo que ya era más suya que mía. Lamía, besaba, mordía, gemía y la vibración de su voz contra mi piel me hacía temblar. Era la primera vez que lo sentía de esa manera y casi podría decir que era lo mejor que hacía. Mi cuerpo comenzó a convulsionar violentamente en cuanto aceleró el ritmo de su boca y sentí como millones de bombas explotaban dentro de mi cuerpo. Agarré su pelo para no perder el equilibrio mientras no podía reprimir los gemidos que salían por mi boca. Apartó la suya ligeramente de mi cuerpo y miró hacia arriba, sonriente y con un brillo especial en los ojos. Yo apoyé mis manos sobre sus hombros, tratando de recobrar toda la consciencia que había perdido durante esos 10 minutos.


-“¿Crees que podrás andar?“ - me preguntó sin dejar de sonreír, como ensimismado con mi reacción. Estaba exhausta y yo ni siquiera había hecho nada.


-“¿Para qué quieres que ande? Yo quiero quedarme aquí.“ - le dije haciendo un puchero y rodeando su cuello, acercando su cabeza a mi estómago.


-“Para llevarte a la cama. Soy mucho más alto que tú y… no quiero que mañana te despiertes con torticolis.“


Maldito hijo de… ya sabía a que se refería. Y por supuesto que terminamos. Le debía una.



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Los días fueron pasando, y el sexo fue mejorando. Y mis amistades, aumentando. El día que yo libraba en el pub quedábamos con Sam y Stella y los demás, es decir, Tom y Marcus, en concreto. Salíamos a cenar, o nos tomábamos unas cervezas en el O Bar que parecía el cuartel secreto del Brit Pack, como los llamaban en Internet. Y sí había algo de lo que me alegraba infinitamente de mi relación con Bobby, era que durante esas dos semanas, me había olvidado de Robert. Hasta el viernes, el último día de Julio. Y todo porque llegaba al día siguiente, y era el día de su fiesta de bienvenida. Y yo lo llevaba muy mal. El día con el que todas las Robsesionadas del mundo sueñan, había llegado para mí. Solo faltaban 24 horas, y mi cuerpo iba a reaccionar mal.


Hoy, Bobby y Marcus daban un pequeño concierto en un local del Soho, y Jamie cerró antes de la hora normal el pub para poder venir con nosotros. Ahora no solo le gustaba Robert y Bobby; Tom también había llamado su atención. Decía que lo veía frágil y quería darle unos mimos, y por mucho que le decía que a Tom lo que le gustaban eran las rubias potentes, Jamie parecía no darse por aludido. Incluso llegó a decir que estaría dispuesto a cambiarse el sexo y teñirse de rubio si con eso conseguía una noche de placer con él. Estaba como una cabra, pero aún así, lo quería mucho, Y Bobby también le tenía mucho aprecio, aunque solo fuera por las cerveza que se bebía gratis en el pub.


Como buena amiga, le escribí un email a Miriam para invitarla a venir ese fin de semana. Ella también babeaba por Pattinson, y supuse que estaría tan loca como para cogerse un vuelo desde Madrid, urgente, y conocer al ídolo de sus sueños más húmedos. Pero por desgracia, para ella, le fue imposible. Aún así me pidió que lo grabara todo en video y se lo mandara. También me pidió un autógrafo del susodicho, pero eso ya me pareció algo más complicado. ¿Con qué cara podría pedirle a Robert tal cosa? Hola, que tal, soy la novia de tu mejor amigo, ¿que tal si me das un autógrafo así porque sí? No, ni de coña. Y tampoco le iba a explicar que era para mi mejor amiga. Quizás más adelante, si llegara a conocerlo un poco más, y tuviera la misma confianza que tenía ahora con Sam, por ejemplo, pudiera hacer tal cosa. Al fin y al cabo, debe estar acostumbrado a eso.


Jamie y yo llegamos media hora antes a la sala de conciertos. Había bastante gente para ser un concierto “privado“ en teoría, solo para amigos y amigos de amigos. Pero siempre se sabe que los amigos de los amigos, suelen traer a más amigos, cotillas, y a fans desesperadas.


¿Hola? Tú eres una de ellas…


¡Chiiiiiiiis! Ahora soy la novia del artista, y ningún otro hombre llamará mi atención.


En seguida divisé a Stella cerca de la barra, sentada en una de las mesas en primera fila, preparando la cámara de fotos, mientras Sam y Tom charlaban de pie junto a ella.


-“¡Lola! Pensé que llegarías tarde.“ - me dijo Tom mientras me daba un abrazo.


-“Hola, Tom.“ - la voz de salido que sonó detrás de mi me hizo reír. Me giré lentamente y vi como Jamie desnudaba mentalmente a Tom.


-“Jamie, ¿quién se queda a cargo de tu pequeño antro?“ - le preguntó Tom mientras le seguía un poco el juego. - “Te recuerdo que me debes una birra.“


-“Cuando quieras, cariño. Te daré de beber de mi propio barril.“


Sam estalló en risas y en ese momento Bobby bajó del escenario, donde estaba afinando y preparando las guitarras con Marcus. Pero justo cuando se estaba acercando a mí, un par de chicas jóvenes se abalanzaron sobre él, pidiéndole un autógrafo y una foto con ellas. Y de repente, en vez de sentirme celosa, sentí orgullo. Mi chico estaba a punto de cumplir su sueño.


-“Vete acostumbrándote.“ - me susurró Sam desde atrás. -“En cuanto saque su disco, vas a tener que apartar a las fans como a las moscas.“


-“¿Tú crees que llegará a tanto?“ - le pregunté mientras observaba como charlaba con las chicas, y les regalaba un par de sonrisa. Volví a mirar a Sam y estaba sonriendo, y movió su cabeza en dirección a Bobby. Sin decir nada, me lo estaba diciendo todo. Solo tenía que ver como la gente lo reconocía. Y ya no era porque su canción hubiera salido en la BSO de Crepúsculo. Ahora era por méritos propios. Un par de minutos más tarde, se liberó de las chicas, y se acercó a nosotros. Saludó a Sam con un abrazo, y a mí con un beso. Uno de nuestros besos especiales; me cogía por la cintura y me inclinaba hacia abajo, y entonces me besaba. Lo que llamábamos un beso d película.


-“¿Nervioso?“ - le pregunté después de recuperar la compostura. Teníamos cientos de ojos clavados en nosotros, incluidos los del par de chicas que hacía unos minutos se acercaron a Bobby con el firme propósito de conseguir de él algo más que una foto.


Pues chupaos esa… es mío.


-“No. ¿Y tú?“ - me preguntó envolviéndome en sus brazos mientras me daba repetidos besos en la mejilla.


-“La verdad es que sí. Un poquito.“


-“Pues conozco una manera para relajarse. ¿Has estado alguna vez en el backstage de una estrella?“


-“Oh no, señor Long. No soy de las que se tiran al cantante.“ - se rió contra mi cuello y siguió dándome besos. En ese momento Marcus bajó también del escenario y abrazó por detrás a Bobby. Ladeé un poco la cabeza y le saqué la lengua.


-“A mi no se me echan encima las tías. ¿Podrías darme unos besitos a mí también?“ - dijo poniendo cara de pena.


-“¿Se lo dices a él o a mí?“ - le pregunté mientras Bobby ponía los ojos en blanco. Estaba tan guapo cuando se ponía un poquito celoso. -“Porque si lo que quieres es calor masculino, tengo detrás de mí a un gay dispuesto a dártelo.“


Miró por encima del hombro a Jamie y sentí que su cuerpo temblaba, lo que hizo que me partiera de la risa. Sam nos acercó unas cervezas y después de darle a Bobby un último beso antes del concierto, y otro a Marcus, en la mejilla, para darle ánimos, me senté junto a Stella, que seguía peleándose con su cámara de fotos.


El concierto comenzó justo a la hora, puntualidad británica, y después de una pequeña introducción por parte de Marcus, con chistes incluídos, Bobby empezó a rasgar suavemente su guitarra.


-“Esta mierda de cámara no quiere funcionar.“ - dijo Stella, haciendo que me sobresaltara, mientras le daba golpecitos al objetivo. Se la saqué de las manos y la inspeccioné un poco. Y cuando abrí la tapa de las pilas, casi se muere de la vergüenza.


-“No tiene pilas, Stella.“


-“¡Mierda! Pues necesito pilas o Marcus me dará por saco.“ - hice una mueca de asco por su comentario mientras evitaba reírme. Se quedó pensativa durante unos minutos, hasta que volvió a levantar la cabeza. -“Escucha, voy a ir hasta el estanco que hay a la vuelta de la esquina. Tú quédate aquí y no dejes que nadie se siente en mi silla. Volveré rápido.“


Se levantó, cogió su bolso y salió corriendo del bar, mientras yo me quedaba allí sentada y Sam me miraba con el ceño fruncido. Le expliqué lo que pasaba, y seguimos atendiendo al concierto. Bobby cantaba con la cabeza agachada, pero de vez en cuando la levantaba y me miraba, sonriéndome dulcemente, mientras yo me perdía con su voz. Podía haber una explosión nuclear ahí fuera, que yo ni me enteraría. Ya iban por la cuarta canción, cuando Stella volvió y volvió a sentarse en si silla.


-“¿Has comprado las pilas?“ - le pregunté sin mirarla, incapaz de quitarle los ojos de encima a Bobby. Pero Stella no me contestó. Así que giré la cabeza y…


DiosMiodeMividaYmiCorazón...


¿Por qué la explosión nuclear no estalla ahora mismo?


¿Cuánto es 24x78?


¿Sí invierto en bolsa ahora mismo, cuándo notaré que mis acciones han subido?


¿Por qué no hay mapaches en Londres?


¿Y por qué se me pasaban ahora mismo esas preguntas por la cabeza?


Pues porque en cuanto giré la cabeza y mis ojos reaccionaron, vi que no era Stella la que se había sentado de mala gana en la silla de al lado. Era Kristen.


Kristen Stewart. Bella Swan. La novia de Robert Pattinson, como queráis llamarla. Me quedé mirándola durante breves segundos, hasta que mi cerebro ordenó a mi cuerpo que volviera a mirar al frente y no hiciera ninguna pregunta. ¿Dónde estaba Stella cuando se la necesitaba? Me había pedido que nadie se sentara en su silla, y conociéndola, montaría un numerito. Pero, explícaselo a Kristen. Tenía la misma cara de enfado que en las revistas, y en los vídeos. Estaba allí sentada, de brazos cruzados, mirando al escenario pero sin demasiada concentración en su cara. Realmente, daba miedo. Todavía llevaba el pelo negro y corto, como en el rodaje de The Runaways, y era más blanca que la cal. Cruzó las piernas, sacó un paquete de tabaco del bolsillo de su cazadora de cuerpo y se puso un cigarrillo en los labios. Yo estaba observando todo esto por el rabillo del ojo, pues toda mi atención sobre Bobby de repente, desvaneció. Se tanteó su cazadora en busca de algo, y de repente, una mano se situó delante de su cara con un mechero encendido. ¿Adivináis de quien era esa mano? Perfecta, grande, larga…


Levanté la mirada y giré la cabeza hacia Kristen.


Robert DiosDelSexoyDeTodasLasCosasqueExistianEnlaTierra Pattinson. En persona. No era una imagen en mi ordenador. No era una foto en una revista. Ni un póster a tamaño real. Tampoco estaba viendo una película. Era él, en carne y hueso. En el momento en que lo miré, el también me miró. Y me sonrió.


Joder, me sonrió… Esa sonrisa que tantas y tantas veces había observado en las fotos que me bajaba de Internet, ahora, en vivo y en directo, dedicada a mí. Su famosa sonrisa torcida. Y como dije anteriormente, mi cuerpo reaccionó mal.


Me levanté sin pensarlo, tropecé con Tom y casi me caigo al suelo. Llegué corriendo al baño, y una vez allí, vomité toda la cena. Era algo inexplicable. Pero me había puesto tan nerviosa, que mi estómago no lo resistió. Un nudo se apoderó de mi garganta y después de lavarme la cara con bastante agua, me senté un rato sobre la tapa del water. Puse mi cabeza entre mis rodillas y traté de calmarme. Esto no era normal. Estaba actuando como una idiota. Pero en esos momentos mi cuerpo no obedecía a mi cerebro. Llevaba tanto tiempo soñando con este momento, que me había superado por completo. Estaba a punto de levantarme y volver a mi sitio, cuando escuché abrirse la puerta del baño. Alguien llamó con los nudillos.


-“¿Lola?“ - Era Jamie. Bueno, por lo menos era alguien en que podía confiar, supongo. Me levanté y quité el pestillo de la puerta. En seguida abrió, y su cara de susto al verme fue, digamos que, impactante. -“¿Te encuentras bien, cariño?“


-“He vomitado.“ - le dije mientras me secaba las lágrimas. ¿Y ahora lloraba? Soy más que idiota.


-“Pero.. ¿por qué lloras? Oye ya se que tu novio es super guapo y eso, y que canta que te cagas, pero… ¿llorar? ¿En serio es necesario?“


“Jamie… dime que tu radar gay se ha percatado de alguien muy especial en esa sala.“


-“¿Has visto que guapo es en persona? Y ese culo… ufffffff, lo que daría por darle un pellizco.“


-“¡Jamie! ¡Esto es serio! Por eso… lloro. Y por eso he vomitado. Me he puesto muy nerviosa. Es Robert Pattinson, por el amor de Dios…“


-“Oye, loca, creo que el alcohol no te sienta nada bien. Ya se que es Robert Pattinson, pero no es para tanto. Quiero decir, sí, es super famoso y lo cierto es que impone, pero no creo que sea necesario… vomitar. Y menos aún cuando tu novio está dando un concierto y no para de mirarte con esa cara de enamorado que hace que me palpite el cuerpo.“ - levanté la mirada y me reí. Gracias a Dios que tenía a Jamie, mi bufón particular, en el buen sentido de la palabra. Me dio la mano y me ayudó a levantarme. Me volvió a lavar la cara, y me arregló un poco el pelo. -“Ahora quiero que salgas, como si la cena siguiera en tu estómago, y sigas atendiendo el concierto como si él no estuviera ahí. ¿De acuerdo?“


-“De acuerdo, mamá.“


-“Esta es mi chica.“ - abrió la puerta del baño pero se detuvo justo antes de salir. -“Por cierto, Kristen no sirve ni para freír huevos sobre ella.“


Le di una palmada en la espalda y volvimos a la mesa. Stella ya había vuelto y mientras me dirigía a la mesa, arqueó una ceja y me miró, con la boca torcida. Estaba mosqueada. Kristen seguía en la misma postura, pero vi como su mirada se clavaba en mí. Daba mucho, mucho miedo. Tímidamente, y antes de sentarme, miré por un segundo de nuevo a Robert, que estaba atendiendo al concierto, de pie, justo detrás de la silla de Kristen, y con una Heineken en la mano. Llevaba unos pantalones negros, una camisa en tono beige y una cazadora de cuero. Y también tenía algo de barba.


Eso no se hace… Maldito Pattinson.


Me acerqué a Stella y me agaché a su lado, muy cerca de Robert, que estaba moviendo la pierna al ritmo de la música.


De la música de tu novio…


-“¿Has comprado las pilas?“ - le pregunté, por fin, a la verdadera Stella. Sabía que se había enfadado por no haber vigilado su silla, y mucho más, porque la que estaba sentada a su lado era la divertida Kristen.


-“Te las voy a meter una a una por la nariz.“ - me susurró, girándose hacia mí, y dándole la espalda a Kristen, quien nos miró con aire despectivo. - “¿Qué mierda hacen aquí?“


-“No tengo ni idea. Te fuiste, y de repente, estaba ella ahí sentada.“


Volvió a girarse cuando Bobby y Marcus comenzaban otra canción, y empezó a sacar fotos. Yo me incorporé. Estaba a centímetros de Robert. De repente, él se dio al vuelta y me acercó una silla.


Oh.Por.Favor.


Le dediqué mi mejor sonrisa y le di las gracias.


-“¿Estás bien?“ - me preguntó. Su voz no era como en las películas, o en las entrevistas. Era mucho más grave, y dulce a la vez. Y melodiosa. Entró por mis oídos y retumbó en mi cerebro durante horas. Fruncí el ceño sin saber que contestar. Claro que estaba bien. De hecho, estaba en el cielo. -“Iba a presentarme cuando has salido corriendo hacia el baño. Eres Lola, ¿verdad?“


Bendito sea el acento británico. Y benditos sean los británicos cuando pronunciaban el español.


Y maldita sea mi torpeza y mi estupidez.


-“¿Qué?“ - eso fue lo único que pude decir. Porque de todo lo que había escuchado, solo me había quedado con su voz pronunciando mi nombre.


-“Que si eres Lola.“ - la voz profunda y borde de Kristen me sacó de mi estado de shock. Seguía sentada en su silla, y me estaba mirando desde abajo, clavándome la mirada. La hermana pequeña de Marilyn Manson, sin duda. Que rica eres., maja. Volví a mirar a Robert, y puso los ojos en blanco.


-“Esta es Kristen. No la tomes mucho en serio; ha tenido un mal día. Yo soy Rob.“ - me dijo mientras su mano rozaba la mía, y me la estrechaba con fuerza. Con bastante fuerza. O quizás era porque yo había perdido la mía debido a que me había muerto. Desde el momento en que nuestras manos se chocaron, supe que mi mundo, se iba a desmoronar. Nos volvimos a mirar a los ojos, y otra vez me dedicó su perfecta sonrisa torcida.


Acerqué la silla al lado de Stella y seguí con el concierto, aunque había perdido por completo la concentración. Miré a Jamie y me sacó la lengua, moviéndola rápidamente, como si estuviera haciendo… lo que mejor se le daba a Bobby. Por suerte, cuando volví a mirar a Bobby, él también me miró, haciendo que volviera a poner los pies en la tierra.


El concierto terminó y la sala estalló en aplausos. Y yo aplaudí como la que más. Bobby y Marcus se abrazaron, y Stella y yo nos levantamos a pedir otra cerveza, mientras Kristen seguía sentada, de brazos cruzados y sin dejar de fumar. Robert se acercó a Sam y a Tom y comenzaron a hablar. Y Kristen seguía sentada, ahora con el móvil en la mano, tecleando con semblante aburrido.


-“Me da un poco de pena, Stella.“ - le comenté al ver que Kristen no se movía de su silla, y que nadie iba a hablar con ella.


-“Le pueden dar un ratito por el saco. Ni siquiera me ha dicho hola. Y a los chicos tampoco los ha saludado. De hecho, ni siquiera se a que ha venido.“


-“¿A acompañar a su novio, quizás?“ - dijo Sam abrazando a Stella por detrás.


-“Puedes abrazarla a ella también si tanto la defiendes.“ - respondió ella intentando zafarse de Sam. En ese momento, yo también recibí un abrazo, de Bobby.


-“¿De qué habláis?“ - preguntó mientras buscaba algo con la mirada. -“¡Rob! Ven, quiero presentarte a alguien.“


Rob dejó de hablar con Tom y se dirigió hacia nosotros. Por dios, deberían hacer ese caminar patrimonio de la humanidad. Se pasó los dedos por el pelo y le dio una palmada cariñosa a Bobby en el brazo.


-“Esta es mi novia, Lola. Lola, este es Eddie.“ - dijo mientras Robert bajaba la cabeza y volví a peinarse con la mano. ¿Y ahora qué se supone que tenía que hacer yo? ¿Reírme, como si supiera de que iba la coña? ¿Fingir que no sabía porque lo llamaban Eddie? ¿Pedirle que me mordiera?


Oh, por favor… muérdeme. Donde quieras.


-“Sí. Ya nos hemos conocido antes. Pero pensé que era pelirroja.“


Me pasé los dedos por el pelo. Vaya, hasta yo misma me había olvidado de que me había teñido de castaña, y todo porque a Bobby le gustaba más. Pero… espera un momento. ¿Es que ya me había visto antes? Piensa, discurre y habla. Se simpática.


-“Me he teñido.“


Muy bien. Eso es discurrir. Se supone que eso es más que obvio. Hice una mueca con la cara, y escuché como Marcus llamaba a Bobby desde el escenario, para recoger sus guitarras. Y allí me quedé yo. Sola ante el peligro.Con mis bragas volando lejos, quizás fuera de la órbita terrestre. Nos miramos brevemente, sin saber muy bien que decir. A pesar de que la luz del local era algo tenue, pude ver el color de sus ojos perfectamente; azules. Y muy intensos. Había ganado la apuesta con Miriam, que decía que los tenía verdes. Bebió un trago de su cerveza, miró hacia Kristen y después de aclararse la garganta, se acercó un poco más a mí.


-“Me gustan las pelirrojas.“


Santa Pipi Calzaslargas...



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Después de tomarnos un par de cervezas más en la sala del concierto, nos fuimos a seguir la noche en nuestro querido O Bar. Fuimos todos andando, menos Kristen la simpática y Rob el tío bueno, que decidieron ir en taxi por si alguien los reconocía y le sacaban una foto. Se supone que ya llevaban tiempo juntos, pero seguían sin hacerlo público.


-“Eso es cosa de ella, seguro. A Rob le importa una mierda decirlo, y que les hagan fotos. Pero ella está por encima de eso, y de todos nosotros. Se cree que nació con una flor en el culo.“ - me iba diciendo Stella mientras caminábamos detrás de los chicos, simplemente para poder cotillear a gusto. -“¿Qué te ha dicho Rob?“


Que le gustan las pelirrojas...


-“Que le ha gustado el concierto.“ - le dije rápidamente, sin poder dejar de pensar en su comentario.


-“La verdad es que ha estado genial. ¿Has visto como te miraba Bobby? A mi Sam nunca me mira en los conciertos. Más que nada porque si lo hace, yo me descojono.“ - me dijo mientras se reía. Lo peor de todo es que la creía. Y aunque a veces daba la impresión de que Stella pasaba un poco de él, lo adoraba y estaban hechos el uno para el otro.


Cuando llegamos al O, nos sentamos todos en la mesa que solíamos ocupar. Marcus, Sam, Stella, Tom, yo y Bobby, todos en círculo. El camarero nos tomó nota y volvió a la barra. En seguida empezamos a comentar acerca del concierto. Marcus estaba eufórico, y Bobby y yo no podíamos dejar de agarrarnos la mano, mientras me la acariciaba con su pulgar. Por culpa de Pattinson se me olvidaba lo increíble y maravilloso que era mi novio.


Bastantes minutos más tarde llegó la parejita feliz. Kristen cogió una silla y se puso entre Bobby y yo, y Rob entre ella y Bobby. Jodida Kristen… Ni siquiera dijo hola, o buenas noches, o por lo menos un que os den a todos. Se sentó, sacó sus cigarrillos y Robert le ofreció fuego. Nadie dijo nada, y la tensión podía cortarse con un cuchillo. Menos mal que estaba Tom allí.


-“¿Os acordáis de las dos rubias de mi cumpleaños? Me las tiré a las dos durante toda esa sem-“ - el pobre Tom no pude terminar su historia porque Kristen decidió que era un buen momento para hablar por primera vez.


-“¿Dónde puedo comprar tabaco?“ - preguntó al aire, sin mirar a nadie en concreto, con su irritante acento americano. Podía ser todo lo guapa que quisiese, pero en cuanto abría la boca, la cagaba. Rob pasó su brazo por el respaldo de la silla de ella, y se inclinó para decir algo, pero justo en ese momento, Stella también decidió hablar por primera vez.


-“Si te das la vuelta, tienes una máquina. Metes unas moneditas, le das al botón, y ¡sorpresa! ¡tabaco!“


Todos nos quedamos en silencio. La tensión iba en aumento en cuanto las dos se miraron fijamente, odiándose mutuamente. Rob suspiró y agachó la cabeza, agarrando su pinta de cerveza y llevándosela a los labios.


-“¿Os he contado la vez que una tía me gritaba hijo de perra mientras me le estaba cepillando?“ - dijo Tom otra vez para intentar calmar la tensión del momento. Y ahora, por lo menos, parecía que funcionó, porque Sam explotó en risas, y Bobby también. Pero Stella seguía seria, y Kristen se levantó y se dirigió a la máquina de tabaco, mientras Rob la seguía con la mirada. Y con una mirada triste. Casi sin darme cuenta, nos miramos, y lo que eran microsegundos, parecieron minutos, como si lo estuviera viviendo a cámara lenta. Kristen volvió con su jodido tabaco a la mesa, y Rob cogió su mano, pero ella la soltó de inmediato. ¿Es que esta tía era tonta de remate?


-“Rob, ¿hasta cuándo os vais a quedar?“ - le preguntó Marcus desde el otro lado de la mesa. Stella y Tom se habían puesto a hablar acerca de las rubias de su cumpleaños.


-“Un par de semanas.“ - contestó Robert sin mucho entusiasmo. Kristen soltó un bufido y se revolvió incómoda en su silla. -“Tengo que volver a los Estados Unidos para el estreno de Bel Ami.“


Me ahogué. La cerveza me salió por la nariz con solo escuchar el nombre su película. Ya había visto el trailer en Internet, y decir que casi me derrito es quedarme corta. Robert me miró y me sonrió, con su maldita “sonrisa derrite huesos“. ¿Habrá notado que lo se todo sobre él? A lo mejor puede leer la mente, como Edward Cullen, y ahora mismo se está descojonando a mi costa.


-“Entonces vendrás a Brighton, ¿no?“ - le preguntó Sam. ¿Brighton? ¿Qué me he perdido?


-“Bueno… no se que dirá Kris sobre eso.“ - dijo sonriendo mientras miraba hacia ella. Kristen puso los ojos en blanco y le dio un gran trago a su cerveza.


-“No creo que esté mucho tiempo más en Londres.“ - dijo ella, con tono prepotente. Rob frunció el ceño y yo miré a Stella. Stella miró a Sam. Sam miró a Marcus. Marcus miró a Tom. Tom se aguantó la risa. Y Bobby me miró, encogiendo los hombros. Me dio la sensación de que íbamos a vivir una pelea de enamorados en directo. O quizás de no tan enamorados. Robert bajó un poco el tono de voz y se inclinó hacia ella.


-“Me habías prometido que estarías las dos semanas conmigo.“


-“Ya. Pero es que no me gusta Londres.“ - respondió ella mientras le quitaba la pegatina a su Heineken. Nos ha jodido mayo con las flores…


Recé mentalmente para que Tom saltara con una de sus frases épicas, pero sin poder aguantarse más la risa, se levantó y se fue hasta la barra. Stella puso los ojos en blanco y siguió bebiendo de su cerveza, mientras me miraba con cara de interrogación. Era una situación de lo más incómoda.


-“Me paso todo el año contigo en Los Angeles. No creo que un par de semanas aquí te molesten.“ - le dijo Rob con los dientes apretados. Su expresión había cambiado, y parecía enfadado. Y sobre todo, avergonzado. Y no era para menos. Kristen daba vergüenza ajena. Los dos empezaron a hablar en voz baja, o más bien, a discutir, mientras que nosotros intentábamos seguir con nuestra conversación, aunque fuera difícil no escuchar lo que se decían. Y Robert me estaba dando pena. Por lo que Bobby me había contado, el mayor descanso que encontraba entre rodajes, premieres, entrevistas y estrenos, era venir a Londres. Y ahora parecía que Kristen se lo iba a fastidiar. La cara de satisfacción que tenía durante el concierto había desaparecido. Ahora tenía la mandíbula apretada y los ojos sin ese brillo del principio. Estaba abochornado.


De repente Kristen se puso de pie, agarró su cazadora y se marchó, sin despedirse ni siquiera de Robert. Y en ese momento, todos decidimos irnos también, para apoyar de alguna manera al pobre de Robert. Stella, Sam y Marcus compartieron taxi, y Bobby, Tom, Robert y yo fuimos andando hasta casa. Y como a veces los milagros existen, yo iba caminando detrás con Robert, mientras Bobby llevaba del brazo a Tom, que parecía que se había pasado con la cerveza y casi no podía caminar.


-“Siento mucho que esta sea la primera impresión que te lleves de Kristen.“ - me dijo después de un largo rato sin decirme nada. Su voz sonaba triste, pero seguía siendo grave y muy sexy.


-“Has dicho que tenía un mal día. Quizás mañana se le haya pasado.“ - le dije yo, intentando no desmoralizarlo. Sonrió casi a la fuerza, mientras miraba a sus dos amigos. No podía creerme que estuviera caminando a las 2 de la mañana, por Londres, junto a Robert Pattinson, y que además, lo estuviera animando.


Se te ocurren mejores maneras de animarlo…


-“Bobby me ha hablado mucho sobre ti. Incluso me mandó alguna foto, del cumpleaños de Tom. Por eso sabía que eras pelirroja.“


Ya estábamos llegando al piso de Bobby, y deseé con todas mis fuerzas que nos hubiéramos equivocado de calle para poder rectificar el camino, y así poder hablar más tiempo con él. Sin saber que decir, le sonreí y asentí con la cabeza. No puedo enamorarme de él. Pero me lo estaba poniendo my fácil.


-“Espero que me haya dejado en buen lugar.“


-“Lo normal. Que eres una obsesa de Crepúsculo y que solo estás con él para tirarte a Edward Cullen.“ - Me quedé paralizada. Se me paró el corazón de golpe y sentí que el asfalto se abría y que me tragaba. No podía creer lo que acababa de escuchar. La sangre de todo mi cuerpo subió de repente a mi cabeza y sentí una punzada en el estómago. Siguió caminando pero cuando vio que yo me había quedado clavada en la acera, se detuvo, dándose la vuelta lentamente y sonriendo. -“Era una broma.“


-“Me alegro.“ - le dije una vez que volví en mí, y que la sangre volvía a circular por mis venas con total normalidad. -“Porque no me gustan los vampiros.“


Bobby ya estaba abriendo el portal, cuando Robert paró un taxi. Se despidió de los otros dos, diciéndoles que lo llamarían mañana, y se acercó a mí, me dio un beso en la mejilla, y me susurró al oído.


-“Pues es una pena.“


Se metió en el taxi y nuevamente, me quedé clavada, sin poder caminar. Observé como su taxi desaparecía, y no fue hasta que Bobby me llamó para entrar en el portal, que me di cuenta, de que por mucha oposición que pusiera en ello, iba a ser imposible no enamorarme del Robert Pattinson de carne y hueso.




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Espero que no penséis que le meto mucha caña a Kristen, pero repito, que es tal y como yo la veo. A lo mejor resulta que es una maravilla de niña :P


7 comentarios:

  1. BUAJAJAJAJAJAJAJAJa como toma kiki por el saco... pero me da penica bobby... con lo mono que es T_T

    me encantaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa

    besitos!!

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  2. Sinceramente tu visión de kristen es mi visión de ella también...

    Jooo, bobby es mas mejor que robert!! :)

    auqnue rob..ay omá que rico...jajaj

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  3. XD ajajajaja la Kiki que la den ..... XDDD creo que la vemos todas igual!!! jajajajaja.
    Bobby tb me da algo de penica lo pintas tan buen tio..... ju.... que se quede con ellllllll y no con Robert Fucking Pattinson ju.... BOBBY hip hip Hurrrraaaa!!! XD


    MUas!!!

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  4. jajajja.

    Rob..maldito provocador jejeje.
    me encanta, bobby es un Algelito, pero Rob es Diiiiiiiiiiooooooooooooossssssss xDDD!

    me cae bien Lola :D

    te sigo leyendo!

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  5. ODIO A KRISTEEEN!!!! no la soporto de verdad, y comparto totalmente tu opinion sobre ella..arrgggg ke desagradable en serio...ke igual es una chica estupenda....pero yo no la veo asi, lo siento
    Me da mucha mucha penita rob.....pobre, como sea asi con el en la vida real....pobessiiito mioo
    Jo, bobby tambien me da penita...con lo rico y monoso ke es....ademas sabe usar bien la lengua jajaja
    El capi estuvo genial, te leo en el siguiente...un besote

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  6. buuu... q se queden con los dos yo haria eso xD q pena doy xD... dificil decision :S xq la verdad Bobby es un cachito de pan *-* pero Robert tiene su morbo que grrr... xD

    solo me queda esperar lo q sigue :)

    saluditos!!!

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  7. weno pues yo tb he llegado al fic por lucia, y hija mia es GENIAL. me encanta como cuentas la historia y sobr todo como caracterizas a los personajes.
    Y roberto es un coxino!!xo que rematadamente mono es!!y bobby tb!!jooo me da penita. xo a ver como se desarrollan los acontecimientos.

    x cierto en el capitulo tres lo de ¿que no tienes que? ¿pene? me mato jajaja

    espero ansiosa el siguiente!!!muxas gracias un besico

    y como te han dixo todas, tienes alma de bunny!!

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