Un fanfic sobre Robert Pattinson y Bobby Long

miércoles, 24 de noviembre de 2010

14 <-> Va a doler


No tengo perdón, lo se. ¡Podéis tirarme piedras virtuales porque me lo merezco! He tenido como un lapsus mental para escribir, no conseguía inspirarme, así que Lucía, MUCHAS GRACIAS, y que sepas que para el próximo capítulo tengo preparada una sorpresa para ti, por ayudarme ;)
Este capítulo no es muy largo, porque quiero que toda la “acción“ pase en el siguiente. Espero no decepcionaros. ¡Muchos besos!




Rob



-“Así no.“ - me dijo ella mientras colocaba su mano sobre la mía y me guiaba. Nunca se me había dado bien esto de los cuchillos y mi coordinación para usarlos y salir vivo de ello era nula. - “Parece mentira que no sepas pelar una simple patata.“


-“La culpa es tuya. Deberías haberlas comprado en bolsa y listas para freír.“


Detuve la mano en seco y me dio un pequeño cachete en la mejilla. Intenté esquivarlo y al hacerlo el cuchillo cayó estrepitosamente al suelo, y como un milagro, se clavó en el suelo de madera, a escasos centímetros de mi pie. ¿He dicho ya que soy un jodido patoso?


-“Los ingleses no sabéis comer ni siquiera las patatas.“ - contestó agachándose para arrancar el cuchillo y devolviéndomelo, sin darme una tregua, para que siguiera pelando.


-“Y las españolas no sabéis conducir.“ le repliqué, recordándole el enorme rascazo que había en la puerta del conductor. Lola había salido por la mañana a comprar provisiones, y se había llevado mi coche. Lo cierto es que ni siquiera le pregunté si sabía conducir o tenía carnet. Pero cuando volvió todas mis sospechas se disiparon.


No llevaba ni un día aquí y ya se las había apañado para organizar toda mi casa. Una casa que había comprado, en teoría, para escaparme de todo el mundo y relajarme. Pero relajarse era algo imposible con este pequeño demonio sexual revoloteando a mi alrededor. Sentirla entre mis brazos apaciguaba un poco el sentimiento de culpa. Solo un poco; no conseguía quitarme de la cabeza a Bobby. Y se que ella tampoco, pero no íbamos a hablar del tema por ahora. Teníamos una semana por delante para nosotros solos, para conocernos más, no solo en el campo sexual.


-“No deberías decir eso…“ - me dijo frunciendo el ceño y sonrojándose, haciendo que si piel ligeramente bronceada brillara. - “Gracias a mi pericia al volante tenemos algo para comer.“


-“Bueno…“ - comencé a decir mientras dejaba el cuchillo sobre la mesa y colocándome detrás de ella, rodeándola con mis brazos y pasando los labios por su cuello, haciendo que mi aliento le pusiera la piel de gallina. Punto para mí. - “Creo que ayer no nos quedamos sin cena…“ - dejé la frase en el aire mientras mordisqueaba el lóbulo de su oreja, agarrándola con más fuerza cuando comenzó a retorcerse entre mis brazos. - “Ya sabes a que tipo de cena me refiero.“


Soltó una risita y se dio la vuelta lentamente, colocando sus delgados brazos alrededor de mi cuello y mirándome a los ojos. Mi entrepierna estaba volviendo a la vida. Levanté la mano y le quité la goma del pelo, haciendo que su melena ondulada cayera sobre sus hombros. Se puso de puntillas y me dio un pequeño beso en los labios, casi sin rozarlos. Mis manos bajaron hasta su culo, y la elevé lo suficiente para sentarla sobre la encimera. Separó ligeramente las piernas y me coloqué entre ellas, presionando mis caderas contra su pelvis y arrancándole un pequeño gemido en cuanto sintió toda mi dureza. Acerqué mi boca a la suya, dejándola a escasos centímetros y acariciando sus labios con mi lengua, despacio, sin prisas, saboreándola. Lola tiró de mi pelo hacia ella, ansiosa por profundizar el beso, pero no la dejé. Subí mis manos por sus muslos, colándome por debajo del minúsculo pantalón de deporte que llevaba puesto. Levanté la cabeza y la miré de nuevo a los ojos, quedándome así durante unos segundos, agonizándola mientras mis dedos se adentraban más a fondo.


-“No cierres los ojos.“ - le ordené con voz ronca, con la respiración entrecortada. -“Quiero que me mires mientras te toco.“


Sacudió la cabeza y apretó los ojos con fuerza en cuanto mi dedo índice rozó su entrada. Gimió mi nombre y bajó su mano hasta la cremallera de mi pantalón. Me estaba volviendo loco. Comencé a notar el sudor que se formaba en mi espalda, teniendo la inmediata necesidad de desnudarme. Incliné la cabeza para lamer su cuello y su mandíbula, levantando su cabeza ligeramente con mi frente. Por fin abrió los ojos, clavándolos en los míos. En ese momento introduje otro dedo en ella, deleitándome con su calidez y su humedad. Dios, quería sentirlo con mi boca.


-“¿Co… cómo lo haces?“ - me preguntó con el aliento entrecortado, mirándome a través de sus pestañas.


-“¿Qué quieres decir?“


-“Tus ojos… la manera que tienes de mirarme… es como si…“ - aceleré el ritmo de mis dedos, entrando y saliendo más rápido. Porque me encantaba su voz cuando estaba excitada, y eso me ponía mucho más cachondo.


-“Sigue hablando“ - le rogué mientras acercaba mi nariz a la suya, para darle un pequeño mordisco en su labio inferior.


-“Y tu boca… tu boca hace maravillas…“


-“¿Sí? ¿Qué más?“ - le pregunté mientras le quitaba el pantalón y me bajaba los míos. Menos mal que solía ir en comando.


-“Tus manos… esos dedos largos, me encanta cuando los siento dentro de mí.“


Toda la testosterona de mi cuerpo invadió mis sentidos al escucharla. Agarré su culo y la arrimé hasta el borde de la encimera, enterrándome en su interior con facilidad. No pude evitar soltar un gran gemido al sentirla tan tensa a mi alrededor, metiendo mi lengua en su boca con ferocidad. La mente me daba vueltas mientras entraba y salía de ella, a una velocidad que ni yo mismo conocía. Era como si llevara siglos sin tirarme a nadie. Deslicé mi mano hacia abajo, colocándola entre los dos para acariciarla, porque sabía que no iba a durar mucho más. Era como un jodido adolescente salido y virgen. No podía controlarme. Con unas pocas embestidas más, el clímax llegó, y me retiré antes de correrme dentro de ella, desparramándome en su pierna.


Necesitamos unos pocos minutos para recuperarnos. Como pude alcancé una servilleta y se la di para que se limpiara.


-“Lo siento señorita, eso no es propio de mi.“ - bromeé mientras terminaba de limpiarse y arrugaba la servilleta en su puño, lanzándomela al pecho.


-“No, tú tienes tus puntos preferidos para hacerlo.“


La ayudé a bajarse de la encimera mientras seguía riéndome por lo bajo. Se volvió a poner la ropa y se arregló el pelo, volviendo a ponerse la coleta de nuevo.


-“Creo que esas patatas fritas me van a venir muy bien.“





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Bobby



Llevaba un día y medio sin encender la luz. No quería verme, no quería ver nada de esa casa. Tenía pánico a encontrarme algo suyo, y daba igual, porque todo me recordaba a ella. Dejé la guitarra a mi lado en el sofá y me incliné sobre la mesa para coger la quinta cerveza de la noche. Mi amiga Heineken nunca me defraudaba, cumplía a la perfección su papel; emborracharme y olvidarme de todo. Pero esta vez me había fallado. Cuando más bebía, más crecía la rabia en mí, recordando una y otra vez las últimas palabras que le había dicho.


“La distancia es el comienzo del olvido.“


Sonaba como un gilipollas y era un gilipollas. Eso me pasa por leer tantos libros de poesía y mierdas derivadas. ¿Cómo no pude darme cuenta antes? Todas, y cuando digo todas no exagero, las tías que vienen a mis conciertos es por una sola razón; el jodido Robert Pattinson y sus películas de mierda. Me sentía un poco bipolar con este asunto; por un lado, toda mi pequeña fama y éxito se lo debía a él. Si no llega a proponer a los productores de Summit incluir mi canción en la banda sonora, ahora mismo seguiría dando pequeños conciertos en Londres, sin pasta para grabar ni siquiera una maqueta. Pero por otro lado, sabía de sobra que cualquier tía que se me acercara era con la intención de subir peldaños en la escala del “Brit-Pack“. Empezaban por mí, con la esperanza de llegar al primer premio. A Marcus le pasaba lo mismo, pero a él parecía no importarle, sólo disfrutaba con ello. Sam lo encontraba divertido. Tom sacaba el máximo provecho. Cabrones, eso es porque Robert no ha entrado por la puerta grande en vuestras vidas sentimentales. Me pregunto que pensarían si lo supieran.


Quizás debería…


No. Es pronto para eso.


Pero son tus amigos. Para eso están los amigos, ¿no?


Ahora, además de gilipollas, me daba vergüenza contárselo a alguien. Me bebí lo que quedaba en la botella, y la tiré al suelo, dándole una pequeña patada para que rodara hasta llegar debajo de la estantería. Ya recogería algún día. Volví a coger la guitarra y rasgué suavemente las cuerdas, sintiéndome de repente inspirado.


I'm afraid to die

I'm nearly old

I'm almost young

Or so I'm told


Me concentré en la letra que se estaba formando en mi cabeza. Saqué la pequeña libreta que siempre llevaba conmigo, y escribí la letra.


You say time is a healer

Faith is death

Or left to die

I won't put my strain on another

Broken shame

And so I'll lie


I'm left to lie

I floated down

Like a long lost dream

As my savior flew

From his stitched up seams



Una lágrima recorrió mi mejilla. Joder, gilipollas y llorica. No pude evitar pensar que estaría haciendo Lola en este momento. Quizás ya estaría en España, destrozada sin poder para de llorar. Deseaba que así fuera, es lo menos que podía hacer después de haberse tirado a uno de mis mejores amigos. Se llama arrepentimiento.


¿Y si no está arrepentida?


Joder…


Volví a coger otra cerveza. Necesitaba beberme una mientras esa idea navegaba por mi mente. De repente sentí la necesidad de mirar el móvil, sólo para ver si ella me había llamado o mandado algún mensaje. O para ver si Rob se había dignado en pedirme perdón o lo que sea que se hace en estas situaciones. Pero sabía que si veía algo de eso, me tiraría el río sin pensármelo.


Me sentía solo. Muy solo. Y la pena que apretaba mi pecho no me dejaba respirar. Con cada bocanada de aire que tomaba, la punzada en las costillas me recordaba que ella no estaba aquí conmigo, acurrucada a mi lado en el sofá mientras yo tocaba la guitarra y comíamos comida basura hasta quedar reventados. Si ella siguiera aquí, ahora mismo estaría acariciando mi pelo, contándome que tal le había ido en el pub. Nos besaríamos y nos iríamos a la cama, abrazándonos mientras mordisqueaba su hombro antes de quedarme dormido.


Pero ella no estaba aquí, y tampoco iba a volver.


Me levanté furioso y fui hasta mi habitación. Cogí la foto que había en mi mesilla de noche, y la tiré contra la pared, haciendo añicos el cristal del marco. La recogí del suelo, y la rasgué en mil pedazos, tirándolos luego por la ventana.


Rompí a llorar.


Me había destrozado.




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El llanto hizo que en algún momento me quedase dormido, porque el sonido de timbre me sacó del trance. Salté de la cama y corrí hasta la puerta.


-“¿Quién es?“


-“Soy Tom.“


Genial. Lo que menos me apetecía ahora mismo era escuchar a Tom relatarme su última juerga sexual. No estaba de humor para eso. Realmente no estaba de humor para nada.


-“Oye Stu estoy muy liado ahora mismo y…“ - comencé a decirle a través de la puerta, pero Tom me cortó de inmediato.


-“Traigo whisky.“


Me callé. Esa era la clave para decirme que sabía lo que había pasado. Cuando alguno de nosotros estaba pasando por una mala racha, nos presentábamos en su casa con una botella de whisky. O incluso dos. Charlábamos, nos emborrachábamos y el santo de Jack Daniels hacía el resto.


Abrí la puerta y Tom me saludó con la botella en la mano, intentado esbozar una sonrisa. Entró y mientras pasaba por mi lado me dio un par de palmadas en el hombro.


Nos quedamos en silencio durante unos minutos, los dos de pie sin saber muy bien que decir. Tom fue a la cocina, cogió dos vasos, los llenó de de hielo y volvió al salón, dándome uno y llenándolo casi hasta arriba de licor.


-“¿Cómo te has enterado?“ - le pregunté sin mirarlo, clavando los ojos en mi vaso mientras lo movía para hacer girar los hielos.


-“Rob me ha llamado y-“


-“Joder…“ - dije suspirando sin dejar que terminara. Dejé el vaso en el suelo y escondí la cara entre mis manos, intentando que las lágrimas no salieran de mis ojos.


-“Escucha, creo que deberías salir de aquí. Cuanto más tiempo te pases en esta casa, más te vas a rayar.“


-“Stu, voy a rayarme en cualquier sitio. Se trata de que mi novia se ha estado follando a Rob. Créeme, no se me va a ir de la cabeza solo porque me vaya de fiesta.“


-“Como quieras…“


-“¿Qué te ha dicho?“ - le pregunté casi sin darme cuenta, levantando la cabeza de golpe para mirarlo. ¿Desde cuando Stu era una persona con la que poder hablar? Nunca dejaría de sorprenderme…


-“Uhm… Erhmm…“ - Tom se rascaba la cabeza mientras se pensaba lo que iba a decirme. El estúpido filtro mental que todos tenemos cuando nos piden una respuesta franca, pero no sabemos si será peor.


-“Dímelo.“


-“Va a doler…“ - me dijo haciendo una mueca y dándole otro sorbo a su vaso. Cogí aire y lo solté despacio, tratando calmar el nudo en el estómago que tenía.


-“Suéltalo. Ya.“


-“Está con ella.“


-“¿Ahora?“ - pregunté con la voz rota. Tom asintió despacio mientras seguía bebiendo.


Dolió. Mucho.


Suspiré y me bebí el resto del whisky de golpe bajo la atenta mirada de Stu. No necesitaba saber más porque ya sabía más de lo que quería. Estaban juntos. Ahora mismo. Tenía que salir de aquí, irme de copas toda la jodida noche hasta perder el conocimiento.


They say I would be better
Far from here
Left alone
But now my luck's even cheaper
I'm played out by the traffic drones
I'm still alone
Nowhere to go


-“Llama a Marcus. Nos vamos.“


10 comentarios:

  1. holaaaaaaaa que alegria que estes de vuelta siempre me pasaba por aca haber si habias vuelto de verdad que crei que lo habias abandonado ,,y pense esta muy buena la historia para que la bote nahhhhh tiene que volver ...jejej me gusto el capi se me parte el alma de saber como esta el pobre de bobby pero en el amor no se manda y mezclado con lujuria no hay para donde ver...ni modo ojala la tortilla no se le de vuelta ejejeje...besos nos seguimos leyendo espero que actulices prontoooooo

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  2. Ah!! Gracias por volver!!!
    Se te echaba de menos. Casi todos los días miraba para ver si habías vuelto.
    Nos leemos. Besines

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  3. Gracias por volver, es una historia preciosa.

    Besos.

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  4. !!!WOW¡¡¡ que gusto que retomas el fic, extrañaba no saber la continuación, seguido pasaba por el blog para saber si de casualidad regresas y hoy por fin, gracias¡¡¡.

    Rob es adorable pero tambien Bobby y sufro por su pena espero que pronto encuentre quien lo valore.

    Abrazos.

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  5. DIOSSSSSSSSSSSSS POR FIN REGRESASTEEE, ESTOY LLORANDO DE LA ALEGRIA SIMPLEMENTE NO LO PODIA CREER, LLEGUE A PENSAR Q LA HISTORIA JAMAS SEGUIRIA, MIL GRACIAS POR RETOMARLO Y SEGUIR DELEITANCDONOS CON ESTA MARAVILLOSO HISTORIA.

    TAMBIEN ME DA PENA CON BOBBY ES Q ME SIENTO COMO LOLA JAJAJA LOS KIERO A LOS DOS JAJAJAJA NADA TONTA YO VERDAD JAJAJA, LOLA DEBERIA DE QUEDARSE CON LOS DOS!!!! ES SOLO UNA SUGERENCIA JIJI

    BESOS!!!!

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  6. Aunque nunca había escrito, soy seguidora de tu fic desde hace mucho tiempo,y que decirte...me encantaaa!!! Y me encanta mucho más que hayas vuelto, la verdad, es q no me podía creer que nos quedaramos sin saber como iba a acabar esta historia!!! Adoro a Rob, adoro a Bobby y estoy con Jess, Lola se debería quedar con los dos!!! jejejeje!!!! No, ahora en serio...yo la elección la tendría clara, ahora falta ver que ha pesado esa cabecita tuya...por favor, actualiza pronto para saber más!!!!
    Muaakkkas!!!

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  7. Eyyy Hola!

    Oye! vas a seguir esta maravilla alguna vez? ^^

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  8. Pucha, debo decirte que me encantaba este fic, es uno de los mejores que he leido...Solo espero que lo puedas retomar de nuevoooo por fis....Besos

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  9. alguien sabe que fue de esta chica autora del fic,ya han pasado dos años desde q se dejo de escribir este fic, ella esta bien? alguien conoce a Lu(Lucia) la autora la menciona, quiza ella sepa algo? Gracias ojala alguien pueda ayudarme.

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